Introducción
Iintroducción a la metodología de creditos de biodiversidad
La metodología de Especies Indicadoras de Savimbo (MEIS), proporciona un marco simplificado para proteger los ecosistemas resilientes. El elemento central de la metodología es hacer pagos directos a los Pueblos Indígenas (PI) y Comunidades Locales (CL), quienes son los guardianes de la tierra.
La metodología descrita en este artículo puede parecer demasiado simplificada para quienes están acostumbrados a las formas occidentales de pensar sobre la ciencia y la medición. Pero el objetivo de nuestra metodología es implementar una solución ahora. Además, su simplicidad está respaldada por la comprensión actual de la teoría de la complejidad, la ciencia ecológica y el conocimiento indígena. Lo más importante es que ofrece una respuesta inmediata y escalable al urgente problema de la pérdida de biodiversidad. La acción inmediata es clave. Una vez que una especie se extingue, nunca podrá recuperarse. Los ecosistemas alterados tardan generaciones en restaurarse. Por tanto, esta metodología prioriza la acción inmediata sobre todo lo demás. A medida que avance la ciencia de los sistemas terrestres, esperamos actualizar la metodología.
Las Naciones Unidas citan la biodiversidad como la mejor defensa de la humanidad contra el cambio climático. Según IPEBS (WWF 2022), más de un millón de especies están en peligro de extinción en la próxima década. Además, más del 80% de la biodiversidad conservada en la Tierra está custodiada por pueblos Indígenas (PI). Por desgracia, estos pueblos están excluidos del acceso a los mercados de carbono existentes debido a factores técnicos, económicos o socioculturales (World Wildlife Foundation 2020; National Geographic s.f.; Gordon 2022; Andrés Bermúdez Liévano 2023)..
La MEIS es una metodología racionalizada, para satisfacer una necesidad: la activación inmediata de la población local e Indígena sobre el terreno para la conservación de los bosques primarios y/o intactos y los puntos calientes de biodiversidad intactos. Para satisfacer esta necesidad del mercado, esta metodología puede desplegarse fácil e inmediatamente. La MEIS proporciona un mecanismo inmediato para preservar los hábitats que hoy están en peligro. Además, remunera adecuadamente a los Pueblos Indígenas y a los pequeños agricultores por su labor de conservación de la biodiversidad (Buys 2007).
Uno de los informes más completos sobre la economía de la biodiversidad señala: "Desde una perspectiva financiera, al igual que la diversidad dentro de una cartera de activos financieros reduce el riesgo y la incertidumbre, la biodiversidad aumenta la resistencia de la naturaleza a las perturbaciones y, por tanto, reduce los riesgos para los servicios ecosistémicos de los que dependemos... Al reducirse la biodiversidad, la salud de los ecosistemas en general se ve afectada". (Christianson y Center for American Progress 2016). La revisión también señala que cuantificar la biosfera en términos económicos es engañoso: si el ecosistema colapsa, la vida en la Tierra cesa, momento en el que todo el sistema financiero es inútil.
La biosfera no es valiosa por su valor económico. Es valiosa porque, sin ella, no hay vida en la Tierra.
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